domingo, 26 de noviembre de 2017

GASTRORRUTA FIN DE AÑO SENDERISTA


Domingo 17 de Diciembre de 2017

Parque Natural Do Montesinho

¡Esto sí que es de loc@s! Nos faltan algunos flecos para tener a punto la salida a La Sierra de Francia del día 3 y ¡ya os vamos a informar de la siguiente!

Sí, según el variado calendariodel grupo, la siguiente salida resulta que es la ¡¡¡Gastrorruta Fin de Año!!!!
Y claro, hay que prepararla con más antelación, que tod@s tenemos compromisos esos días y los restaurantes están que echan humo.

Por lo tanto, para el día 17 de diciembre os proponemos:


Ruta sin complicaciones, de 15 kilómetros con un desnivel de 200 metros de suave subida y 300 de larga y tendida bajada, entre las localidades portuguesas de Ráfega y Guimonde, siguiendo el Caminho de Santiago, Caminho Português Vía de la Plata.

¿Vía de la Plata en Portugal? Sí,  debe ser un “atajo” invernal, ya que evita los temidos puertos de Foncebadón y Piedrafita, si se toma el ramal maragato-berciano y el de Padornelo, si se utiliza el sanabrés.
Este ramal portugués parte de Zamora capital, en dirección a Alcañices, entra en tierras del país vecino en Quintanilha y sale en Segirei, enlazando en Verín con el Sanabrés.

Caminaremos en pleno Parque Natural do Montesihno, que abarca una extensión de 75.000 hectáreas, donde predomina el monte bajo, el olivo y el castaño, cuyos frutos son parte del sustento de la escasa población de la zona.

De la etapa que nosotr@s caminaremos, destacamos dos elementos:
1-El precioso bosque de ribera que escolta la Ribeira do Escuredo y que riega las praderas de su entorno.
2-Las fantásticas vistas que, con un poco de suerte, se obtendrán en la segunda mitad de la ruta. Estamos en la Región de Tras-Os-Montes y allí no existen las llanuras, y sí un sinfín de onduladas colinas, donde se asientan poblaciones y cultivos, serpenteando entre ellos el río Sabor, donde terminaremos nuestro corto camino a Santiago.

En Guimonde, nos esperará el autobús e iremos hasta Bragança, donde Don Antonio Desiderio nos abre su casa solariega para que nosotr@s podamos celebrar nuestra comida de Fin de Año. Se trata del restaurante Solar Bragançano, donde no sabemos con qué quedarnos, si con su espléndida cocina o la solemnidad de la casa.

El menú, en las musicales palabras de Don Antonio:

Penso que comeran muy, muy, bien
com entrantes regionals,una sopa de aves ou de castañas,un plato principal de pescado,por exemplo bacalao,ou un de carne,por ex.solomillo de ternera,ou de javali ou ciervo,postres caseros a elegir,viños blancos ou tintos,água mineral,cafė,
Atenciosamente,sou,
António Desidėrio

Para terminar la tarde, y tras mostrar nuestros respetos a Don Antonio, visitaremos el precioso casco antiguo de la ciudad, su sé (catedral), su coqueto conjunto amurallado, su contundente y a la vez elegante  castillo, construido en 1409, siendo uno de los más representativos del país, así como el Dumus Municipalis, edificio singular y enigmático de la arquitectura románica civil, único en la Península Ibérica, realizado en el siglo XII.

¿Para terminar, visita y nada más?

Luego queda lo mejor, el viaje de vuelta… con la participación del coro de voces blancas DeBotas (sólo si el sufrido conductor da su visto bueno).

El precio: autobús, café con algo que lo acompañe y comida, nos sale a unos 30 €

Si te apetece este plan, puedes venir respondiendo a este correo, a partir del miércoles 29 a las cuatro de la tarde.



Seña de identidad del grupo, un buen café con compañía, para iniciar el día.
Restaurante el Cruce

Réfega, Portugal
La elegancia de lo antiguo.

Réfega, típico empedrado portugués

La estética de la iglesias "vestidas", con sus retablos, sus entrañables santos y toda ella encalada,
 dotándola de una luminosidad natural.


Vamos a seguir un tramo del Camino de Santiago Portugués, Vía de la Plata


Podrían servirnos para el belén


El hielo hace las delicias de l@s fotógraf@s


Sombra desnuda de los árboles


Hielo y reflejos en la Ribeira do Escuredo 


Los gorros navideños no fueron un adorno, más bien una necesidad.


Míranos qué majos, de charla, tomando el camino equivocado.
Teníamos que ir por donde está Paco haciendo esta foto.


...pero así pudimos ver otro precioso valle.


Bonita estampa otoñal.


Arquitectura popular en Palacios.


Palacios.
En el portalón de la izquierda, están los servicios públicos.
En esta materia, los portugueses nos llevan ventaja.

Palacios, potro de herrar y carro


¿QUÉ HAREMOS ?

La experiencia comenzará en el autobús, pues cruzaremos las tierras zamoranas del Pan y de Aliste, precisamente siguiendo ese Camino de Santiago Portugués Vía de la Plata, que se desprende del principal en Zamora capital.
Curiosamente, según nos vayamos acercando a la frontera, la llanura de la Meseta se va ondulando debido a la erosión remontante de los ríos, que deben descender los 800 metros de desnivel que los separan del mar. Así, una vez dentro del país vecino, ya no encontraremos llanuras, sino un bucle de montes y valles, que crean una orografía infernal para las comunicaciones terrestres y para el aprovechamiento tradicional del territorio, siendo la principal causa de la despoblación y pobreza de esta región.
Iniciaremos nuestro camino en la minúscula aldea de Réfega y será la Ribeira do Escuredo la que nos guíe en la primera parte de la marcha. Remontaremos suavemente su cauce entre antiguos huertos, praderas donde pasta el ganado autóctono, sin la sombra de robles, chopos y fresnos, ya que a estas alturas, pocas hojas quedarán en sus copas.
Alcanzaremos otra pequeña población, Palacios, con un caserío bien cuidado, pero donde no hay indicio del lujo de su topónimo. Un pequeño museo rural, nos dará la bienvenida.
Dejaremos atrás el camino tradicional, las arboledas, los pastos para el ganado, para abrir el paisaje a tierras dedicadas a la agricultura. primero pasaremos por zonas cerealistas, que poco a poco irán dejando espacio a castaños y a olivos, que son los motores de la economía local. Curiosamente en otoño, en los restaurantes de la zona, las cartas se llenan de todo tipo de guisos y postres con la castaña y la caza, que es otra fuente de ingresos, como protagonistas.
Hemos atravesado ya el segundo tramo de nuestro recorrido y el camino comienza a descender y el paisaje se nos vuelve otra vez más agradable, con las vistas de la cuenca del Sabor, río que nace en la zamorana Sierra de la Gamoneda, es tributario del Duero y da vida a toda la comarca.
Precisamente en su orilla se encuentra Guimonde, donde nos esperará nuestro autobús. En esta pequeña localidad se localizan buenas empresas de embutidos y afamados restaurantes, que compiten en prestigio con los de la capital bragantina.

BRAGANÇA

Bragaça con 25.000 habitantes, es la capital del distrito del mismo nombre, y la más poblada de la Comunidad Intermunicipal a la que pertenece, Tras-os-Montes.
Los primeros asentamientos son de época celta allá por el siglo II antes de Cristo.
En la ciudad destacan tres conjuntos bien definidos:

La primitiva ciudad se asentó sobre una colina, que en el siglo XII se amuralló con potentes muros almenados y poderosas torres defensivas. En este recinto destaca la torre del Homenaje o de la Princesa. levantada en el siglo XIV en la que sobresalen dos preciosos ventanales góticos. 
Detrás de la iglesia de Santa María se encuentra el Domus Municipalis, singular construcción civil de época románica, que originariamente sirvió como depósito de agua, para posteriormente pasar a ser Ayuntamiento.

El segundo conjunto urbano se corresponde con la expansión extramuros de la ciudad, donde destacan sus típicas calles con fuerte sabor, sus iglesias recubiertas con azulejos, su antigua Sé y los palacetes de los nobles de la ciudad.


Y rodeándolo todo, un tercer cinturón moderno que se desparrama por todo el valle. En él se ubican los servicios, así como su vanguardista Catedral.



Ganado vacuno autóctono de Tras-os-Montes.

Camino entre cultivos de castaños. Al fondo, Bragança. 

Espectaculares vistas de Tras-os-Montes, con un día radiante.

Bragança en medio del Parque Natural de Montesinho.

Sierra Segundera y Cabrera en España.
La cumbre más nevada podría ser Peña Trevinca.

Azud en el río Sabor

Guimonde, donde termina nuestro Camino a Santiago y se une el río Onor al Sabor..

Guimonde, puente medieval y pontón sobre el Río Onor [sic]. 

Buena estampa.

Puente medieval y carretero
Nosotr@s bajamos de las lomas de atrás

Interior de la iglesia de Guimonde.

Caserío de Guimonde

Iglesia de la Misericordia, Bragança

Señorial entrada al restaurante Solar Bragançano

Nos instalaron en los dos salones que dispone el Solar.

Saloncito de lectura. Distinción portuguesa

Preciosas jarras para servir el agua

Brindis en El Solar Bragançano

Inseparables

Salón "noble"

La tradición portuguesa dicta que a la hora de dar las 12 campanadas de Noche Vieja, se toman uvas pasas
Para organizarlo, utilizamos este curioso sistema.
Tuvimos que insertar 684 uvas
Claro, que sarna con gusto...
Nuestro anfitrión, el Señor Antonio Martins

Aquí, un@s amig@s.

Ya le echábamos de menos...

El buen profesional y paciente Miguel.

También hubo sorteo de regalos

No es una medalla, no es una tableta de chocolate, ¡es un blog de notas! 

Las campanadas las dio Vicente, ¿quién si no?

Solar Bragançano y DeBotas, el inicio de una buena amistad

Para el verano, este romántico jardincito


CRÓNICA


Hoy me he levantado dando un salto mortal,
he echado un par de huevos a mi sartén,
dando volteretas he llegado al baño,
me he duchado y he despilfarrado el gel...
...porque hoy algo me decía que me lo iba a pasar muy bien… y así fue.
Nos dijo Joaquín en los agradecimientos, que no sabía cómo lo hacíamos, pero que siempre nos salían las rutas redondas. Lo he pensado seriamente y me he dicho… “es cierto, las rutas nos salen muy bien” y es que no tengo abuela.
Pero hay que reconocer que más bien lo que tenemos es suerte, mucha, mucha  suerte.

Teníamos muy claro que íbamos a preparar la comida de Fin de Año en Portugal, pero no teníamos un lugar concreto… mira tú por dónde, hace un par de meses, una amiga zamorana, me dice que aquél restaurante tan señorial en el que habíamos estado hace ¡28 años! y que tanto nos gustó, seguía abierto y se seguía comiendo maravillosamente.
¡Ya teníamos donde comer!

Con la suerte que está en la preciosa localidad portuguesa de Bragança ¡Bien, ya teníamos visita para bajar la comida! Pero además estamos en Navidad y cierto que todo lo que la rodea es ñoño y hasta hortera, pero nos adornaron la ciudad con guirnaldas luminosas, pista de hielo, castañas asadas y ¡música en directo! ¡Qué bien!

Teníamos que buscar ruta por los alrededores…
Encontramos una preciosa, siguiendo el curso del Maças portugués, Manzanas en Zamora, pero en lugar de agua, su precioso cauce está cubierto de cantos rodados. La pertinaz sequía es lo que tiene… Estaba claro, que ésta no nos servía, pero qué suerte ¡ya tenemos ruta para cuando las nubes sean más generosas!
Teníamos otra opción: un extraño Camino de Santiago Ruta de la Plata, de la que no tenía ni idea de su existencia y que casualmente ¡pasa por la ciudad!. Realizamos la previa sin demasiada ilusión, ya que Tras-os-Montes es una zona dura, áspera y despoblada, con unos pueblecillos sin demasiado interés. Pero cuando la terminamos y recordamos ese riachuelillo que nos guiaba, esas verdes praderas que riega, con su bosque de ribera, robles, castaños, seguimos un encantador camino tradicional, con lo que me gustan… Y las impresionantes vistas del valle del Sabor, como centro del Parque Natural de la Sierra de Montesinho, ¡un parque natural rodea Bragança! No me digáis que no es suerte… y además lo embellecen las cumbres españolas de la Sierra Segundera y Cabrera, allí donde se acurruca el Lago de Sanabria…
Estaba claro que ¡ya teníamos ruta!

Pero todo esto no hubiese servido de nada, si el día hubiese estado ventoso, lluvioso, o lo que era más previsible, con niebla. Y no, amaneció de esos días que hacen afición, frío, sereno, pero con un sol radiante que hizo que resaltasen todos los colores, el azul del cielo, el verde incipiente de las sedientas praderas... ¡Qué maravilla!


Luego nos queda lo más importante, la compañía. ¡¡¡QUÉ SUERTE!!  Con el paso del tiempo, cual estalactita, poco a poco, gota a gota, hemos ido formando, de manera involuntaria, un grupo homogéneo, un verdadero "equipo DeBotas", donde se respira tranquilidad, respeto y ganas de PASARLO... MUY BIEN, MUY BIEN.


Este regalito, me recuerda a otro...

Precioso ambiente navideño

Pista de hielo ¡Y gratis!

Música en vivo. Hubo quien se arrancó a bailar.

Típica calle portuguesa, adornada de navidad.

Castillo y Torre del Homenaje

Torre del Homenaje, iglesia de Santa María y la joya de la ciudad, el Domus Municipalis,
pieza única en la Península. Su función fue la de cisterna y lugar de reunión del Concejo
en su soleada galería. Misma función que los atrios porticados castellanos.

Dicen que los últimos serán los primeros; aquí va el enlace del rezagado José Luis

Podéis ver el precioso trabajo de Vicente

Aquí la mirada de Alberto

No puede faltar las de Paco

Y las del madrugador Ángel




Foto de grupo con el fondo de las sierras Segundera y Cabrera,
que cierran la comarca zamorana de Sanabria