DOMINGO 25 DE SEPTIEMBRE
CONTRASTES DE LA SIERRA DE FRANCIA
PRESENTACIÓN
Arquitectura y urbanismo tradicional en Madroñal |
Hemos pensado que para esta época, se adapta perfectamente la ruta del pasado mes de abril, que tuvimos que cambiar sobre la marcha, debido a la tremenda ventisca que así y todo tuvimos que soportar . Parece ser que las previsiones para este domingo son muy halagüeñas, por lo que podremos disfrutar mucho mejor, de unas de las mejores vistas de Batuecas y de todo el Parque Natural de Batuecas-Sierra de Francia.
La ruta a realizar consta de 18 kilómetros, partiendo del Portillo de Batuecas (1250 metros), donde nos dejará el autobús. Por cómoda senda, pasaremos por la Portilla de La Bejarana al valle del río Cabril, afluente del Alagón. Con el respeto que se merecen los lugares sagrados, visitaremos La Torrita y bajaremos por serpenteante trocha, vigilados por los Riscos de Los Altares.
Descenderemos hasta La Herguijuela (660 metros) por su Dehesa. Volveremos a pedirle permiso de paso al haya más meridional de Europa, así como a tomar los pinchos del bar Ye-ye.
Entre bancales de olivos y cerezos, llegaremos a Madroñal, para terminar la jornada en Monforte de la Sierra, adentrándonos en uno de los bosques menos conocidos del Parque.
¿Os apetece la propuesta? Decírnoslo.
LA RUTA
Para quedarse |
¿Cómo se forma la cuarcita? La zona
estaba en la línea de costa donde se acumularon arenas de cuarzo, formando una
gran playa donde se fueron apilando múltiples estratos de cuarzo.
Éstos quedaron enterrados y debido al
calor y a la presión, se formó la cuarcita, roca muy dura y resistente a la
erosión del agua. Únicamente la acción del hielo (gelifracción) es capaz de romperla, creando sus características aristas. En las laderas de los valles se acumulan
formando pedreros y en las zonas más verticales forman gradas o grandes paredes
cortadas a tajo. Las primeras las veremos en los pedreros que salpican toda la Sierra y las segundas,
fácilmente en la familiar silueta de la
Peña de Francia.
BATUECAS
Convento de San José en el valle de las Batuecas |
Todo el valle y los valles adyacentes
son un gran santuario: los más antiguos aprovecharon los abrigos rocosos para
dejar en ellos símbolos enigmáticos, aún sin descifrar. Su creación abarca
varios milenios, desde el paleolítico al neolítico. En el Risco de los Altares,
por donde pasaremos, consta la existencia de al menos seis grupos de pinturas,
uno de ellos precisamente junto a La Torrita. Como curiosidad, comentaros que las formas esquemáticas de estas pinturas han
contribuido a alimentar el moderno mito de ritos y cultos satánicos.
Béjar al fondo |
En 1599 el valle se cristianiza. En el único terreno horizontal y propicio para el cultivo, que existe en el valle que labra el río Batuecas, se instalaron un grupo de monjes carmelitas, erigiendo un sencillo monasterio que se adapta a las estrictas normas de austeridad de esta orden. En el centro, está la iglesia, rodeada de jardines a modo de claustro al aire libre. Adosadas a una robusta cerca de piedra, se encuentran 20 celdas-oratorios de los monjes. Un segundo muro de piedra de menor altura, delimita las praderas, huertas y olivares, que les aseguraban el sustento. Una tercera cerca más amplia, delimita las posesiones del convento, donde existen otras 20 ermitas dispersas en el bosque, donde los monjes permanecían largas temporadas haciendo vida eremítica.
Fuente de Monforte. El agua de la vida |
Una vez más la desamortización y una mala gestión, diezmaron el convento y el magnífico bosque de árboles de maderas nobles que poblaba el valle. Se talaron cedros, cipreses enebros, castaños, nogales, acabando con el jardín botánico creado entorno al monasterio.
En 1945 volvió a manos de los
Carmelitas Descalzos.
PLANTEAMIENTO
Moras, madroños... el otoño, mala estación para caminar con prisas |
Desde La Torrita |
comunicar Batuecas con la Herguijuela y con el convento del Niño de Belén, perteneciente a la orden de Los Basilios, del que hoy sólo perduran los cimientos y el recogimiento de su ubicación.
500 metros de tortuoso camino nos separa de La Torrita. Como el lugar es de lo más sensible, no hay mucho espacio y el recorrido es de ida y vuelta, quien lo desee podrá esperarnos.
El tramo más complicado de la jornada
será el descenso hasta la pista que transita bajo el Risco de los Altares. En
300 metros de senda, deberemos descender algo más de 200 metros. La trocha va
zigzagueando para facilitar la bajada.
Superado este corto inconveniente, y
pasada la pista mencionada, nos sumiremos en la espesura de La Dehesa de La
Herguijuela, donde los helechos ya se han colocado el pijama otoñal y los
robles nos prestarán su sombra, que sin duda agradeceremos.
Llegaremos a La Herguijuela justo a la
hora del aperitivo. Ya están avisados los responsables del bar Ye-Ye para que
nos tengan provisiones.
Tanto La Herguijuela como Monforte,
tienen un urbanismo de pueblo-camino. Su calle principal sigue las líneas de
nivel, por lo que no tienen apenas desniveles, y se estira siguiendo los
antiguos caminos, hoy sustituidos por carreteras.
Monforte, puente sobre el Milano |
El tramo hasta Madroñal se caracteriza por estar muy humanizado, se construyeron bancales para mejorar su aprovechamiento, creándose huertas, además se plantaron vides, olivos y recientemente cerezos. Cruzaremos el abigarrado casco urbano de Madroñal, para introducirnos en una zona más abandonada y solitaria. El camino hasta hace no mucho abandonado, se acaba de recuperar para la ruta senderista que une la Ruta de La Plata con la Peña de Francia.
Roble de la Pradera |
Nos desviaremos para apreciar dos buenos ejemplares de robles cuatro veces centenarios, los Robles de la Pradera, árboles catalogados como de singular relevancia, por la Junta de C Y L.
Atravesaremos el arroyo Milanos por un buen puente de piedra bien trabajada y arco rebajado, entrando en Monforte por
su calle principal, donde podremos admirar buenos ejemplares de arquitectura
popular, así como unas magníficas fuentes donde podremos saciar nuestra sed.
CRÓNICA
Desayuno de reyes en Las Antiguas Eras, La Alberca |
¡Qué curiosa sensación cuando entramos en el Hotel-Restaurante Las Antiguas Eras de La Alberca! Me pareció un dejá-vu de aquella estupenda jornada, la ventisca, la nieve y la lluvia, allá por el mes de abril. Como buenos hombres, volvimos a tropezarnos en las mismas “piedras”: con José María y su ánimo a la hora de encargarle el desayuno para tantos; da gusto cómo solventa los problemas y planifica su trabajo.
¡Qué bien se portaron los del bar de La Herguijuela! |
Repartiendo el postre de "la Peseta" del día anterior |
Como sobraron unas descomunales sandías, pues tomamos la Peseta de postre.
Época de vendimia |
Monforte |
Ya por la tarde, cuando el sol apretaba, un verdadero paseo entre los pueblos serranos a la sombra de robles y castaños, fueron el colofón a una jornada que tardaremos en olvidar.
La Alberca ¿otoño? |
Foto de grupo en La Herguijuela |
TOPÓNIMOS
Valle de Batuecas |
Desde el Risco de los Acebos. |
Desde la Portilla de La Bejarana |
¡Hola a todos! Enhorabuena a los fotógrafos, por haber sabido captar lo esencial de la impresionante jornada. Montaña, vistas, valles, pueblos, ríos, desayuno, comida, cañas... no se puede sacar más partido a un domingo
ResponderEliminarBesos, Pilar
Chicos, una vez más os ha salido una excursión redonda ¿Cómo lo haceis?
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