jueves, 28 de abril de 2016

ENTRE RÍOS, MANZANAS Y TORTILLAS DE PATATA

Domingo 15 de Mayo. Sierra de la Culebra, Zamora



                                                    PRESENTACIÓN

Riomanzanas, retrato. Fotografía de Paco.
Guadramil, rota dos cérvideos
Nuestra intención es realizar una ruta de unos 20 kilómetros entre las localidades de Guadramil en Portugal, Riomanzanas y Santa Cruz de los Cuérragos, en Zamora. Todas ellas conservan una arquitectura tradicional de primer orden, rodeadas de frondosos bosques de robles y castaños. Destacar los importantísimos bosques galería que acompañan a los cursos de sus ríos. Los montes, cubiertos de brezo o urces, que con un poco de suerte encontraremos en flor, tiñendo el entorno de morado. Tierras duras, ásperas, donde sus gentes se cansaron de esforzarse para poderles sacar el sustento que apenas llegaba. Tierras de frontera sin lindes, donde lobos y ciervos van repoblando el espacio que los humanos abandonamos.



Sierra de la Culebra

Se sitúa entre las comarcas de Aliste y Carballeda-Sanabria y al oeste linda con la sierra portuguesa de Montesinho en la región histórica de Tras-os-Montes.
Declarada en 1963 como Reserva Nacional de Caza, abarca una superficie de 70 mil ha.
La denominación de esta sierra pudo derivar de su forma ondulante, de 65 Km de largo con unas  cumbres que apena superan los 1000 m. de altura, siendo Peña Mira con 1241 m. su mayor cota.
Sus cumbres están constituidas por cuarcitas, mientras que las zonas bajas están labradas en materiales pizarrosos.

Bosque de ribera, arroyo de los Infiernos. Fotografía de Paco
Toda la red fluvial pertenece a la cuenca del Duero. Los cursos más importantes son el río Cabrón, que desciende de la Peña Mira y el río Manzanas, que en su tramo inicial da lugar al Valle de los Infiernos y cuyo cauce sirve de frontera con Portugal.

Guadramil. Frutal en flor.
El clima es mediterráneo continentalizado, con inviernos fríos y largos y veranos cortos y cálidos.

Flora:
Lilo.
Hasta el siglo XVIII existían extensos bosques de castaños y robles, pero debido a un intenso y descontrolado abuso de la tala, la sierra fue desforestada, hasta que en los años 1950, más de la mitad de la superficie se repobló con coníferas.
El castaño desempeñó un notable papel en la economía serrana, cuando su fruto fue clave en la alimentación de la zona, habiéndose utilizado para producir un alimento sustitutivo del pan. Continúa la fiesta del magosto donde se recolecta y los vecinos se reúnen para asarlas y comerlas.
Margaritas. Fotografía de Alberto.
La mayor parte del territorio está cubierto de matorrales como el brezo. Tuvo un importante valor económico para la actividad del carboneo.
Mención aparte merecen las alisedas y bosques de galería de arroyos y ríos.



Fauna:
Flor de la jara. Fotografía de Alberto.
Destaca la presencia de cérvidos como el corzo y el ciervo. Estas especies se reintrodujeron en 1973, siendo esta sierra uno de los lugares de la península en los que se pueden avistar un importante número de ejemplares. La berrea, en la época de celo (mediados de septiembre a principios de octubre) da lugar a uno de los acontecimientos más relevantes de la sierra.
El lobo ibérico se ha convertido en el emblema de la Sierra de la Culebra. Aunque su población sigue siendo minoritaria, su presencia representa una de las mayores densidades de Europa Occidental. Pese a ello, anualmente se autoriza la caza de un cierto número de ejemplares. Las pujas para conseguir una autorización crean mucha expectación dentro del mundo de la caza, pero también existen asociaciones que participan activamente en su conservación.


Bosque de castaños, Santa Cruz
de los Cuérragos
Historia y economía
Uno de los primeros testigos históricos de la presencia humana en la sierra, son los castros astures, uno de ellos enclavado en Ríomanzanas. La vida de estos asentamientos giraba en torno a la actividad ganadera.
A lo largo de la historia, otras actividades económicas han sido la fundición del hierro, la obtención de carbón de leña, el contrabando con Portugal y el comercio, con la figura de los arrieros, que además fueron un vehículo de transmisión cultural. Curiosamente, este carácter arriero y comercial se da en otras áreas cercanas, como en La Maragatería leonesa, con la que comparte además tradiciones, incluso las constructivas. 
Como en toda la península, la década de los 60 se caracterizó por el éxodo rural, dejando algunas localidades al borde de la desaparición.
En la actualidad, un notable foco de ingresos es el turismo de naturaleza (caza, pesca, avistamiento de lobos y ciervos….).
En la sierra se atesoran diez bienes reconocidos como de interés cultural, entre los que destacan las villas de Puebla de Sanabria y Villardeciervos, además del conjunto etnográfico de Santa Cruz de los Cuérragos.


Santa Cruz de los Cuérragos.
Santa Cruz de los Cuérragos.
Situado junto a la frontera con Portugal, en la confluencia de Aliste, Carballeda, Sanabria y Tras-os-Montes. Su casco urbano fue declarado conjunto etnográfico en 2008. Se sitúa mirando a Portugal en la falda de Peña Castillo, lo que ha determinado un tipo de arquitectura popular adaptada a las condiciones naturales, utilizando para su construcción piedra, pizarra y madera.

Puente de los Infiernos. Foto de Paco
Las viviendas, de dos pisos con tejados de pizarra, cuentan con corredores de madera, que entre otras finalidades, tenían la de secar los productos del campo. La planta baja para cuadra y la superior para vivienda, y todo rematado con las chimeneas, denominadas candongas, cuentan con una cubierta de chapa de forma cónica y móvil, con una sola abertura y una veleta que facilita la salida del humo.
De su arquitectura popular destaca el Puente de los Infiernos.

Riomanzanas, arquitectura tradicional.





Ríomanzanas
Pertenece al municipio de Figueruela de Arriba, junto con otros seis pueblos, entre todos apenas superan los 400 habitantes.
Está ubicado en la comarca de Aliste y en él destaca su castro con una antigüedad de unos 2500 años. Mención aparte merece los restos de su importante arquitectura popular.

Guadramil, Portugal. Fotografía de Alberto.
Guadramil
Típica aldea trasmontana del distrito de Bragança, pertenece al Parque Natural de Montesinho. Tiene como base económica la agricultura, con el cuidado de numerosos huertos cercanos a la población. Cuenta, además con importantes costrucciones de carácter comunitario, como su interesante lagar.











Guadramil, molino y presas para su funcionamiento.
Crónica
Siempre me ha gustado el pensamiento de Don Miguel de Unamuno, quien defendía que los ojos de quienes vivimos en la monótona Castilla, se sorprenden y disfrutan más de esos rincones tan bellos que se esconden en nuestra árida tierra. El contraste nos hace valorar lo que en otros lugares resultaría hasta vulgar. El domingo nos ocurrió algo así: ya nos habíamos habituado a los montes de brezo, jaras, escobas y pinos de repoblación, que nos desconcertó al vernos sumergidos en lo más profundo de un estupendo bosque de castaños centenarios. A su abrigo, despuntaba un pueblecito de ensueño: en él nada desentona, el silencio reina, la ruina se convierte en arte, descanso para el caminante. Curiosamente son los vecinos más silenciosos quienes nos dan la bienvenida, todos ellos reunidos dentro del comunitario corral de los muertos, otra vez el silencio. Únicamente el murmullo incesante del agua rompe esta paz, al caer en la humilde fuente que se esconde a los pies de la pequeña iglesia del pueblo.


Santa Cruz, calle principal
Basta ya de hablar de Santa Cruz de los Cuérragos y contaros algún detalle de la jornada. Había leído que a esta Sierra le denomina "de la Culebra" por la forma ondulada de su perfil. Serpiente de 65 kilómetros, de la que examinamos su gigantesca "cabeza". Un ojo en Riomanzanas, la boca en Santa Cruz y el ojo derecho en Linarejos, donde accidentalmente tuvimos que terminar, problemas de carreteras preparadas para los desvencijados coches de línea, y no para los actuales autocares gran confort. Y ya que estamos, me encantó el verde de las praderas                                                                                       que adorna el suelo de muchas calles de Linarejos.
Linarejos, pavimento tradicional
Empezamos en Portugal, en Guadramil, donde vimos tareas prácticamente desaparecidas de nuestras aldeas, como el lavar la ropa en las cristalinas (y seguro que frías) aguas del río. Claro, que está bien recordar de dónde venimos, ¡y no hace tanto!.
De todos, el más poblado es Riomanzanas, y eso que no es verano, cuando vuelven los urbanitas al frescor del chapuzón en las pozas y al calor de las largas tertulias nocturnas, en los poyos de las puertas de las casas.  
¿Y lo de "tortillas de patatas"? Pues que nos gusta avisar de nuestra llegada a los sufridos dueños de los bares. Imagináos, bares donde el mejor de los días servirán unas pocas consumiciones, de repente llegamos 40 estresad@s pidiendo tod@s a la vez ¡y que no se nos cuelen, oiga!. Ha debido de llegarles noticias de que somos un grupo de triperos y en esta salida todos coincidieron en prepararnos unas (estupendas, eso sí) tortillas.
Para terminar, un recuerdo para Miguel, nuestro conductor del domingo, que debió de sudar tinta en esas curvas y calles tan estrechas, para que nosotros pudiésemos descubrir este rincón de Zamora.


Riomanzanas. Foto de familia
Aquí os va el enlace a las fotografías de Paco y sus fantásticos retratos. Como bajó a los Infiernos, veréis que no es tan terrible como nos lo cuentan

En este otro enlace, van los detalles de Alberto y su mundo en miniatura lleno de vida.

Y aquí podréis ver la mirada de Eduardo

En la raya





Riomanzanas, típica celosía sanabresa

Castaño varias veces centenario, con "decoración" gótico-flamígera. Santa Cruz de los Cuérragos


Guadramil, Calle con el típico empedrado portugués. Fotografía de Alberto.
Guadramil, lagar comunitario. Fotografía de Paco





Santa Cruz de los Cuérragos. La estética de las ruinas. Fotografía de Alberto.






2 comentarios:

  1. Magnífica excursión, no sé cómo puedes encontrar estos sitios. Ya sé que no se esconden, ni se mueven de donde están, pero algo tendrán porque por allí no aparece casi nadie.

    Seguro que los lugareños recordarán ese día, "aquel domingo en el que llegó tanta gente….”

    Muchas gracias.

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  2. Buenas, ahí van algunas fotos de la ruta que me encanto a pesar de no ver ni un lobo…

    Un saludo

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