lunes, 23 de octubre de 2017

LOS COLORES DEL JERTE


Domingo 5 de noviembre de 2017

Por La Garganta de los Infiernos

Para empezar bien el día, un cafetito y algo que le acompañe














.

Aún no nos hemos repuesto de la emoción de tanta sorpresa que la Naturaleza y la buena mano del hombre nos tenían reservada, y ya tenemos que preparar la próxima aventura.

Consultando nuestro raquítico calendario (ya habrá que ir pensando en las uvas…) nos indica que el día 5 de noviembre tenemos una cita en el Valle del Jerte, para nosotr@s Valle del Agua. Ella allí es la protagonista.

Aunque no sólo iremos a ver sus cristalinas aguas, que es lo que significa Xerit en árabe, también nos acercaremos a ver un espectáculo que año tras año se produce en él; no atrae a tanto gentío como su floración, pero precisamente por ello, es  más íntimo y bello: su otoño.

Si en primavera, la exhibición es la del millón de cerezos que cubren todo el valle de blanco, en otoño  se les unen los castaños, los robles, los chopos, las higueras…  y cada uno de ellos de un color distinto, que abarca todas las tonalidades de rojos, amarillos, verdes…  Así pues, ¿cuál es la mejor estación para disfrutar del Valle?

Nosotr@s, os proponemos una ruta entre las localidades de El Jerte y Cabezuela del Valle. Caminaremos 17 kilómetros por estrechas sendas, para introducirnos de lleno en la Reserva Natural de La Garganta de Los Infiernos, valle que se esconde del gran Valle, apartado del bullicio, especialmente del desenfrenado desarrollismo urbanístico, que poco a poco va consumiéndolo todo.

Subiremos y bajaremos 600 metros, repartidos en  un par de bien diseñadas rampas, dos de las cuales realizó el Gran Emperador, Carlos I de España y V de Extremadura, pues así se le conoce por doquier por estos lares. Claro, que él tuvo quien le ayudó en "tan tremenda empresa" y lo subieron en parihuelas, ¡pobres porteadores! Bien pensado, lo mismo lo del V se lo pusieron ellos, pues  debía pesar, cual cinco Carlos de la época.

Bueno, ya sabéis que nos encanta subir despacito, haciendo paradas, disimulando que hacemos una foto o apreciando el paisaje o para reagruparnos…


Si te quieres embarcar en esta nueva aventura, tan sólo debes contestar a este correo, a partir de mañana miércoles a las cuatro de la tarde. ¿Te vienes?



Plaza Mayor de Jerte
Engalanada con las cumbres de la Sierra de Tormantos




El agua, imprescindible para la vida





Jerte. Exuberancia extremeña. Naranjos
Callejeando por los pueblos se corre el riesgo de perder al grupo



Viento y agua.
El viento no estaba previsto y el terreno absorbió rápidamente el agua caída horas antes.



Ola verde, aún falta para que aparezcan los tonos otoñales.



Exótico fruto, la granada

Pero en el suelo ya abundan los erizos de los castaños.
El sol nos pintó de color la jornada.





















¿QUÉ HAREMOS?

Para introducirnos en autobús en el Valle del Jerte hay dos opciones, o la más cómoda y rápida, por Plasencia o la más bonita, descendiendo el Puerto de Tornavacas. Y eso es lo que haremos, comprobar cómo va afectando el otoño a la vegetación según perdemos altura y disfrutar de las preciosas vistas que esta carretera nos brinda.

Partiremos del pueblo que le da nombre al Valle, Jerte. Nunca me canso recordaros lo poblados que están los pueblos extremeños, especialmente si los comparamos con los del desierto castellano. Jerte, con 1300 habitantes es el cuarto municipio por población de la mancomunidad y su capital. Por delante están Cabezuela, Navaconcejo e incluso Piornal, que además es el más elevado de toda Extremadura. Su abigarrado caserío se alarga, adaptándose  y cobijando el primitivo camino que desciende río abajo y que comunica las cálidas tierras del Sur, con las frescas del Norte. Recuerdo de aquel trasiego ganadero nos queda el topónimo de Tornavacas, que comparten puerto y pueblo.

Nuestros primeros pasos serán para salvar las aguas del río Jerte, nombre que ya sabemos que en árabe nos habla de agua y ríos. Recordaros que esta es una de las zonas con mayor pluviosidad de toda la península, rondando los 1500 mililitros, que contrastan con los 1100 de Santander. ¿Ya entendéis la necesidad de llevar paraguas por esta zona?  El motivo de tanta húmeda generosidad, se debe al efecto barrera que producen las altas cumbres de Gredos, que cierran el valle por el Norte y que atrapa toda el agua que venga por el Suroeste, que precisamente es el camino que utilizan los frentes en todo el Oeste Peninsular.

Con mucha agua, temperaturas agradables y precios respetables, el valle tiende al monocultivo de la cereza, los cerezos son los reyes y los contemplaremos en las zonas bajas. El camino subirá hasta el Collado de las Losas, donde ya estaremos acostumbrados a los robles, que dieron paso a los formidables bosques de castaños de más abajo.

Llegados al Collado, el paisaje cambia radicalmente. Los bosquetes de robles serán testimoniales, y el brezo cubre el terreno.  Estamos en La Garganta de Los Infiernos y así debe ser especialmente en verano.

Tomaremos preciosas sendas empedradas, cruzaremos los cauces de Los Tres Cerros y Las Yeguas, que al mezclarse forman la de Los Infiernos. Por estas tierras del Norte cacereño, a todo río que se precie y que nazca en las altas montañas, se le pone el calificativo de garganta, ya que todos perforan profundas trincheras en el duro granito del que está compuesto su suelo.

Volveremos a introducirnos en espesos bosques de robles, de castaños y serán los cerezos los que nos den la bienvenida a la cercana población, que será el fin de nuestra ruta. Cabezuela del Valle es Conjunto Histórico-Artístico, lo que nos habla de su importante casco urbano, destacando sus soportaladas calles y  el laberíntico barrio judío que arropa a la iglesia parroquial.



El grupo en el Collado de Las Losas
Estamos en la Ruta de Carlos V 

Descendemos a La Garganta de los tres Cerros


Magnífico puente y entorno
Puente Nuevo o de Carlos V
sobre la Garganta de los Tres Cerros

Colorido otoñal de los helechos

Majada de los Zarzalones


Puente del Carrascal sobre la Garganta de las Yeguas.
Uno de los lugares más especiales de la Reserva natural


El Valle del Agua

CRÓNICA


Es lo que tiene realizar una actividad al aire libre, que al igual que los agricultores, siempre estamos mirando al cielo.

Hay que reconocer que el domingo tuvimos mucha suerte. El sábado por la noche, tan sólo unas pocas horas antes de ponernos a caminar, llovió con ganas, eso en Salamanca, que en El Jerte lo hace con mayor ahínco. Seguro que  lo hubiésemos pasado muy mal, hubiésemos tenido que cambiar el recorrido y no hubiésemos disfrutado.


Lo bueno de esa lluvia fue que La Garganta de la Serrá se cargó de agua, a su vez se unieron a las que bajan de la de Los Asperones, que juntas pasan debajo del Puente Nuevo o de Carlos V. También corrieron garganta a bajo por la de Las Yeguas y disfrutamos de su rugir sobre el puente del Carrascal. Más abajo, todos los torrentes se unen y forman La Garganta de Los Infiernos, que prestan su nombre a toda La Reserva Natural. Por lo que a su vez, pudimos comer en el marco incomparable de Los Pilones, delante del espectáculo de agua, luz y sonido.


Un problema añadido que puede arruinar una excursión en el norte extremeño, son las altas temperaturas que hemos padecido hasta no hace mucho. Subir las rampas que ascienden al Collado de las Yeguas y que tanto sufrimiento produjo al Emperador y su séquito, nos hubiesen hecho mucha más mella si no hubiese refrescado. Pero tampoco tanto; muy significativa, es ver la fotografía de una DeBota, tomando el sol de la tarde, con los pies dentro de las aún cálidas aguas de Los Pilones… placer de diosa.


En lo que el tiempo sí nos engañó, fue con los colores del otoño. Precisamente las fotografías con las que adorné el blog las realicé un 18 de noviembre, 13 días de diferencia. Este año, El Jerte está sumido aún en pleno verano.


Como curiosidad deciros, que nos extrañó que en los servicios de Cabezuela no tuviesen agua, “será cosas de la higiene a la que nos tienen acostumbrados algunos hosteler@s”, pensé. Y no, el problema era que las fuertes lluvias de los últimos días, habían arrastrado las cenizas de los incendios estivales y habían taponado conducciones y tuberías… un estrago más que tienen que soportar las gentes de los pueblos cada verano, debido a la plaga de los malditos incendios forestales.


La Naturaleza brota en lugares insospechados.



Toda la Reserva lleva el nombre de Los Infiernos, pero es en este punto, en el Vado Cantares (será por el sonido celestial del agua), donde se unen las aguas de la Garganta de los Tres Cerros (la del puente de Carlos V) y la de Yeguas (la del puente del Carrascal), donde se inicia realmente la Garganta de Los Infiernos.

Tobogán granítico de Los Pilones formado por la sucesión de "marmitas de gigante"
Observar la familia que aparece en primer plano para proporcionar las pozas.


Los Pilones, icono de la Reserva Natural

Placer de diosas/es

Placer de dioses/as

Extraño maridaje...

...con un poco de trampa


Camino de la Umbría



Luz de la tarde


Musgo y otoño


Las cumbres de la Sierra de Béjar, con nubes.

Camino a Cabezuela del Valle.

Mirador de la Ermita de San Felipe, Cabezuela del Valle.
Detrás, el Valle del Jerte, con Tornavacas y su puerto al fondo.


Cabezuela y Extremadura, siempre florida.


Barrio judío en Cabezuela



Aquí los retratos de nuestro paparazzi Paco

Y los detalles del incansable Alberto

¡¡¡HASTA LA PRÓXIMA!!!




9 comentarios:

  1. Contesta C. M. a nuestro correo diciéndole que a las 19 horas del miércoles ya tenemos el autobús completo:

    Ostras, que rápido. Eso es bueno. Parece que merece la pena salir con vosotros. Estupendo.
    Espero que nos conozcamos.
    Saludos

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  2. Una vez más, hemos realizado una ruta muy interesante y muy bonita, ya se empiezan a ver y a disfrutar de los colores otoñales que hasta ahora nos habían negado por la falta de humedad. Muchas gracias Inés y Eduardo.

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  3. Lo bueno de la falta de color otoñal, es que ya tenemos excusa para volver a la zona la próxima temporada. A ver si atinamos mejor...
    El Jerte es bonito en cualquier época... a no ser que haga un calor infernal.
    Gracias por tus halagos.
    Inés y eduardo.

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  4. Dice Alberto:
    Una ruta magnífica, incluso con la poquita agua que ha caído y el retraso en los colores otoñales, pudimos disfrutar del sonido del agua y el intenso verdor de los musgos.

    Es un valle precioso en cualquier época del año, pero con agua más. Claro que tiene que ser la justa porque ya hemos comprobado otras veces que puede ser complicado pasar por algunos sitios cuando el agua reclama su territorio.

    Muchas gracias por otro día espléndido.

    Un abrazo.

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  5. Nos dice Paco:
    Una vez más vibré con los olores, colores, la entrañable compañía y sorpresa, pude hacer de paparazzi..... Unos novios por el campo.
    Un saludo

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  6. Maravillosas fotos, Paco y Alberto...
    En breve volveré a las andadas ¡os echo de menos!
    Ya voy entrenando.
    abrazos.
    Inés y Eduardo, geniales como siempre... ¡os quiero! jejeje

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  7. Y todo el grupo te quiere a ti.
    Ánimo y despacito, y como buen escribano que eres, con buena letra.

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  8. Precioso el blog, precioso el Jerte y sobre todo: precioso el grupo!!!!
    (Paula Linde)

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    Respuestas
    1. Pero sin ti, no es lo mismo... Te esperamos.
      https://www.youtube.com/watch?v=qcC92ZnhGQY

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