Domingo
20 de diciembre de 2015
El Valle del Jerte se encuentra entre dos cadenas montañosas dentro del macizo de Gredos: la Sierra de Tormantos al este (en el macizo central) y los montes de Traslasierra y sierra de Béjar al noroeste (en el macizo occidental de Gredos), donde se encuentra el punto más elevado de la región, el Calvitero cuya altura es de 2405 m. Estas dos sierras, pertenecientes al Sistema Central, constituyen sus límites naturales.
La fisionomía del valle viene marcada por la existencia de una
fosa tectónica, desarrollada a través del último tramo de la falla
Alentejo-Plasencia, que sigue la dirección NE-SW. Tiene una longitud aproximada
de unos 70 km, desde el puerto de Tornavacas hasta la desembocadura del río
Jerte
La roca predominante es el granito, Hace unos
40 millones de años y a lo largo de la orogenia alpina se produjeron otro tipo
de ajustes en las diversas placas Se forma el macizo de Gredos, con orientación
E-W basculando de N- S formando la sierra de Béjar y el valle del Jerte.
Posteriormente las formas del relieve han
recibido retoques propios de la influencia del glaciarismo en las cumbres y de
las aguas de escorrentía en las partes más bajas. Los cursos de agua que
descienden de las cimas, han contribuido al modelado de las laderas, formando
profundas gargantas, que otorgan al valle su especial configuración.
El río Jerte nace en las faldas del Torreón, a
900 metros de altitud y en apenas 50 kilómetros pasa por Plasencia a 345, lo
que nos da una idea de su accidentada cuenca. Así, los ríos secundarios o
gargantas salvan este desnivel precipitándose en cascadas.
Las condiciones climáticas del valle del Jerte
vienen determinadas por diversos factores que suavizan el carácter continental
que le correspondería. La influencia del relieve y su orientación, influyen en
los valores térmicos y pluviométricos. Los relieves montañosos actúan de
barrera e impiden la penetración de corrientes de aire frío procedentes del
norte, que a su vez contribuyen al incremento de los índices pluviométricos,
favoreciendo las precipitaciones originadas por el ascenso obligado de las
masas de aire húmedo, provocando así la condensación de su humedad y la
posterior precipitación.
Las precipitaciones medias alcanzan los 1500
mililitros anuales, contrastan con los 365 de Ávila y se asemejan a los 1516 de
San Sebastián. Como en esta zona los días de lluvia son más escasos, las
precipitaciones son mucho más copiosas, así como las crecidas de los ríos.
Dos son las actividades productivas del valle:
por un lado el turismo y con mayor relevancia el cultivo del cerezo.
Por esta razón, se ha tendido desde años a
promocionar el turismo hacia este producto, relegando su principal atractivo:
el agua. Y es lo que acabamos de explicar: su accidenada orografía, unido a su
alto régimen pluviométrico, lo que favorece la proliferación de cascadas y
saltos de agua: las Nogaledas, El Caozo, los Pilones, los Papúos son algunos de
los más representativos.
El
nombre del río Jerte, y por lo tanto también el de la comarca, proviene del
árabe: Xerit, palabra que puede haber tenido dos significados: "río
angosto" o "río cristalino". De esta forma antigua del nombre
del río se ha tomado el gentilicio culto: valxeritenses , que se alterna
indistintamente en su uso con los más comunes de jerteños, vallenses, o
vallejerteños.
En el
año 1186 el rey Alfonso VIII de Castilla funda la ciudad de Plasencia sobre un
asentamiento anterior, para así garantizar y asegurar la posesión de gredos y
del Valle del Jerte. Se establece la Vía de la Plata como frontera entre los
reinos de León y Castilla. Estando el Valle de Jerte dentro de la órbita
castellana al igual que la comarca de Plasencia.
Navaconcejo
2000 habitantes: La Localidad está enclavada a orillas del Jerte. Su urbanismo
responde al típico ejemplo de pueblo-calle. La principal, o Real paralela al
río, se abre con un artístico crucero. La calle, en parte asoportalada y con
balconadas muy voladas. Destaca la iglesia del siglo XVI
Cabezuela
del Valle 2341 Habitantes. Desarrolló su urbanismo desde un cerro en el que se
fundó en tiempos medievales. Su enclave lo determinó la presencia del puente,
de ascendencia romana. Más tarde su caserío fue descendiendo por la ladera
hasta la orilla del Jerte, límite natural del caserío. Éste resulta muy
pintoresco, con calles laberínticas, callejones umbríos que evocan su diseño
medieval. Como el resto de poblaciones, contó con una importante comunidad
judía y sobre su sinagoga se alzó la actual iglesia se San Sebastián
Las fotografías de Alberto
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