martes, 5 de enero de 2016

GASTRORRUTA POR A FALA

Domingo 29 de noviembre de 2015

DEL PUERTO DE SANTA CLARA A VALVERDE DEL FRESNO

Todavía sin reponerse del susto que supuso el pavoroso incendio que este verano devoró 7000 hectáreas de bosques de altísimo valor ecológico y paisajístico, la Sierra de Gata se extiende a los pies de su mítica cima: El Jálama o Xálima, que con sus 1487 metros y su singular silueta, forman un verdadero referente, con el que viajeros y habitantes de estas tierras se guían desde tiempos inmemoriales.

Precisamente de sus faldas, concretamente del puerto de Santa Clara, comenzaremos nuestra ruta. Punto de partida hacia San Martín de Trevejo o para la ascensión al legendario picoNosotros obviaremos el fantástico bosque de castaños, para salir a campo abierto y encontrarnos con una sierra brava, de pastizales para el ganado y de berrocales, refugio de contrabandistas, maquis y bandoleros. Precisamente, el topónimo de las cumbres que a nosotros nos servirán de resguardo de los fríos vientos del norte, Torres de  Hernán Centeno, recuerda a un famoso bandolero. 

Según parece tendremos un día soleado, por lo que unido a la falta de arbolado de nuestro camino, favorecerá la contemplación de las extraordinarias panorámicas de la planicie adehesada extremeña, además del magnífico bosque de robles y castaños que arropa San Martín de Trevejo.

En continuo descenso desde el puerto, llegaremos precisamente a la hora del aperitivo a Eljas (1.000 habitantes). Población pujante, como el resto de poblaciones extremeñas, ha perdido gran parte del encanto de su caserío. Únicamente conserva la espectacularidad de su enclave, su abigarrada distribución, la parroquial del siglo XV y los restos del castillo del XIV, manteniéndose de él únicamente dos torreones de muy buena fábrica.

Pero el legado más importante de Eljas y de las otras dos poblaciones del Val de Xálima (valle del Jálama), Valverde del fresno y San Martín de Trevejo, no se puede percibir con los ojos, ni con el paladar, no podremos ni siquiera sacarle una fotografía. Simplemente se escucha: es A Fala.

Según parece, estas tierras fueron repobladas en 1183 por colonos galaico-leoneses, quedando aislados del resto y conservando así esta lengua. Hoy está protegida como Bien de Interés Cultural.

Saldremos de la población por camino empedrado y nos despedirá la antiquísima fuente del Álamo. El entorno ya es distinto, ya hemos recuperado la horizontalidad. Las vides, los olivares y las praderas nos acompañarán el resto de la jornada.

Un sencillo puente de piedra nos permitirá franquear un humilde regato, que aguas abajo se enorgullece de servir durante 50 kilómetros de frontera internacional hispano-portuguesa. Antes de llegar a nuestro destino, nos acercaremos a la ermita del Espíritu Santo, enmarcada en un bello paraje.





Y sin más, llegaremos al pueblo fronterizo de Valverde del Fresno (2440 habitantes). Al igual que Eljas, ha sufrido una gran transformación, tras la vuelta de los emigrantes en la segunda mitad del siglo XX, conservando únicamente trazas de su arquitectura tradicional. La iglesia de la Asunción del XVI mantiene una monumental cabecera de estilo renacentista español, contrastando con la primitiva nave, mucho más reducida y edificada con materiales más humildes.


Como ya dijimos, terminaremos con una comida para festejar el solsticio de invierno, será en el restaurante Laura y constará de: 

Para compartir, ensalada tres quesos, embutidos ibéricos y como especialidad de la casa, su revuelto de boletus y sus croquetas.

De segundo, a elegir: secreto a la plancha, solomillo ibérico a la plancha, lubina plancha o bacalao dorado (que Portugal está al lado).

Surtido de postres caseros, café, chupito y vino.

Aquí va un programa de TVE sobre la fala

Las fotografías de Eduardo.

La mirada de Alberto

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