miércoles, 3 de abril de 2019

VIAJE A LAS HURDES



Domingo 14 de Abril de 2019

Sierra de Francia y Las Hurdes.

Muy buenas y otoñales tardes, que según parece nos vuelve el invierno.

Nos ponemos en contacto con vosotr@s para proponeros una nueva aventura con DeBotas. La preparamos para el día 14 de abril y uniremos la salmantina Sierra de Francia con la comarca extremeña de Las Hurdes. Concretamente partiremos del Paso de Los Lobos, en la subida a La Peña de Francia, para terminar en El Cabezo, en total caminaremos unos 18 kilómetros, con unos 500 metros de subida y 1.400 de continua bajada.  Toda la ruta trascurre por pistas y zigzagueantes sendas de montaña, utilizaremos un buen tramo de la ruta de Alfonso XII, mismo itinerario que utilizó el monarca en su famosa visita a las Hurdes.

Ni decir tiene, que si el día es propicio, las vistas serán espectaculares: El Campo Charro al Norte; la Sierra de Béjar y los pueblos de la de Francia al Este; al Sur Batuecas y las Hurdes con sus pueblos en el fondo profundo del valle. Hacia poniente, el valle del Agadón, las cumbres de la Sierra de Gata y las tierras de Ciudad Rodrigo... 
La población vegetal se compone principalmente de brezos y jaras, que seguramente nos regalen sus mejores galas primaverales con su floración y su perfume. No faltarán pinos resineros, alcornoques y estéticas encinas centenarias. Eso en las zonas altas, abrigando a los pueblos, castaños, olivos y preciosos huerto primorosamente cultivados.

Si quieres revivir esta olvidada forma en que las gentes hurdanas se trasladaban y transportaban sus escasos productos o su propio trabajo a lejanas tierras, debes esperar hasta el martes 9 a partir de las 16:00 para enviarnos un correo con tu deseo.

PRESENTACIÓN

El parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia es un espacio natural protegido de la provincia de Salamanca,con una extensión de 30.183 ha, que forma parte del Sistema Central.
Su declaración como parque natural se realizó el 11 de julio de 2000. Ocupa 15 términos municipales
La gran biodiversidad del parque natural ha propiciado que sea designado reserva de la biosfera por la UNESCO así como también  ZEPA dentro del proyecto Red Natura 2000.
Sus cotas más altas se sitúan en el Pico Hastiala (1.735 m) y en la cresta de la Peña de Francia, que con sus 1.723 m domina el conjunto de la comarca.
La roca predominante es la cuarcita, que tiene su origen en un antiguo mar donde se depositaron arenas de cuarzo. Huellas de este mar interior que cubría toda la Meseta Norte son la abundancia de crucianas, que se formaron al fosilizase los surcos que dejaron en esos fondos un animal marino, el trilobites, surcos que se crearon en su desplazamiento.
La característica de la cuarcita que domina el paisaje de la zona, es su dureza frente a la erosión del agua, así se nos presenta en forma de mesetas rodeadas de verticales paredones o de cretones en las cumbres.
Otra característica es su fragilidad frente a la acción del hielo, a gelifracción que es la causante de la formación de grandes masas de piedra menuda, las pedreras.
El Parque se sitúa en la divisoria de dos cuencas hidrográficas: los ríos Alagón, Francia y Batuecas vierten al Tajo, mientras que el Agadón pertenece al Duero.
Dentro de esta geografía plena de rincones apartados e íntimos, se diferencia por su aislamiento y personalidad el valle de Las Batuecas, que cuenta con un monasterio de Carmelitas Descalzos.
Entre las especies de mamíferos, son habituales cabra montesa… desmán ibérico y nutria, además de corzos, ciervos y jabalíes.
Respecto de las aves, destacan las colonias de buitre leonado, además de la abundancia de aves rapaces.
Algo que llama la atención de estas tierras es lo abrupto de su paisaje, lo que hizo extremadamente dura la vida de sus habitantes, teniendo que realizar grandes esfuerzos para la obtención de sustento. Las zonas de cultivo son minúsculas, realizadas en forma de terrazas y alejadas de las poblaciones. Para llegar a ellas, comunicar los distintos pueblos, favorecer el pastoreo y para la extracción de productos del monte, como el corcho o el carbón vegetal, se fueron construyendo una tupida maraña de senderos que facilitaron estas tareas. Caminos que nosotros utilizaremos.
Así partiremos del Paso de los Lobos, hasta Los Puertitos, cruce de caminos que desde La Alberca iban a la Peña de Francia, a Monsagro, Las Hurdes y al fondo del valle de Batuecas. Continuaremos hasta la portilla de La Granjera, donde se nos abrirá el valle del río Ladrllar y todas las Hurdes. Descenderemos hasta Ladrllar por una senda bien diseñada por la que todos los años se realiza la prueba Kilómetro vertical 1000 metros de desnivel que separan Cabezo con el pico Mingorro.
Entre Ladrillar y Cabezo utilizaremos la llamada Ruta de Alfonso XIII, denominación que recuerda este acontecimiento pero que es más que seguro que no pisó el monarca, a no ser que dejase alguna jornada a la afición borbónica de la caza.Es la llamada Verea del Rico Gordo, y que sube al monte para acceder a a zonas de pastoreo o de saca de corcho.
Un lugar especial es el lugar de la Talanquera, topónimo que nos habla de muros de retención, que se utilizaron para dejar el camino abierto en medio de las pedreras.

CRÓNICA VISUAL

Nuestra idea es tomar un café con algo que lo acompañe, pero a veces parecen verdaderas bodas.
Gracias a los responsables del restaurante Río Almar
Paso de los Lobos.
Cruce de carreteras, una sube a La Peña de Francia y la otra baja a Monsagro.
Aquí vemos el valle del río Agadón, tributario del Águeda y a su vez del Duero.
A la izquierda, La Mesa del Francés y de frente La Sierra del Guindo, con la Hastiala como punto de mayor altitud de toda la Sierra de Francia.
Mismo Paso de Los Lobos, hacia el Este.
Valle del río Francia, cuenca del Tajo. A la izquierda se intuye la peña de Francia,
a la derecha la Sierra de la Alberca, que nos separa de Batuecas.
De frente las Sierras de Béjar y Candelario y en el fondo los pueblos serranos
Majestuosa  Peña de Francia
Con su convento y santuario en lo más alto.
Enseguida realizamos la primera parada, para contemplar el paisaje que se extiende hacia el sur.
Pantano de Gabriel y Galán, Montes de Tras la Sierra...
Nosotr@s nos dirigimos a Los Puertitos, puerta a Batuecas, a Las Hurdes, a Monsagro y a los pueblos serranos.
La práctica totalidad de nuestra ruta transita por sendas tradicionales.
A la izquierda, el Rongiero y a la derecha la Mesa del Francés.
Hace millones de años y durante millones de años, aquí hubo un mar
en cuyo lecho se arrastraban unos seres, los trilobites, que dejaron sus rastros en forma de crucianas.
En los fondos del mar se depositaron arenas de cuarzo que se convirtieron en la actual cuarcita,
roca muy dura y resistente a la erosión del agua,
pero que se fractura por la acción del hielo, formando inmensas pedreras
En Los Puertitos existe un refugio que recuerda las antiguas construcciones pastoriles.
A la izquierda ya aparece Batuecas y justo detrás El Rongiero.
A su derecha, nuestro próximo objetivo, el puerto de Monsagro.
El misterioso y místico valle de Las Batuecas se extiende bajo nuestros pies.
En el fondo del cual se esconde el Monasterio del Desierto de San José de Las Batuecas
A la izquierda el Rongiero, Mingorro o Montón de trigo, es la cumbre más alta de las Hurdes.
Debajo, el Puerto de Monsagro, todo ello tapizado por el lila del brezo en flor.
Mi gratitud a las personas que van cerrando el grupo, trabajo poco valorado,
pero fundamental para que todo salga bien. El domingo, Alberto se tuvo que armar de paciencia.
Puerto de Monsagro y pueblo que le da nombre al fondo del valle. A partir de aquí, zigzaguea una senda hoy totalmente invadida por la maleza, que llevaba hasta él.
A  la izquierda, parte la que lleva al puerto de la Granjera y que a duras penas es transitable, que nosotr@s tomaremos..
A nuestra derecha va apareciendo la silueta de La Mesa del Francés, muy similar a la de La Peña de Francia.
Camino al puerto de La Granjera,
 estos caminos tradicionales, deberían estar cuidados como oro que nuestros antepasados nos han legado. 
En el puerto de la Granjera, dejamos atrás el Valle del Agadón,
con la Hastiala a la izquierda y la Mesa del Francés a la derecha.
Para abrirnos en nuevos horizontes: Las Hurdes.
Abajo discurre el río Ladrillar. Al fondo se esconde Riomalo de Arriba y justo debajo de nosotr@s, Ladrillar.
Exotismo del vulgar brezo.
Nuestra senda desciende al fondo del valle.
A nuestra derecha, las llanuras de las tierras de Ciudad Rodrigo.
Frente a nosotros, la Sierra de La Canchera.
A veces, el camino se complica, siempre hay alguien que se queda para ayudar.
Como el camino no presentaba problemas de pérdidas, el grupo se estira...
En las zonas bajas, las jaras ya están floridas.
Se nos complica la senda para llegar a Ladrillar, pero al fin llegamos.
Las gentes de la zona trabajan con esmero la apicultura.Polen secándose al sol.


Buena costumbre la de adornar los pueblos con plantas tan bonitas.
Nos gusta comer en pueblos, así podemos utilizar sus servicios. En este caso el bar para refugiarnos o tomar una cerveza o un café. El domingo también  utilizamos su carretera, dando la opción a ir en bus o por carretera hasta Cabezo...
 ...Ya que nuestra ruta sigue la que se diseñó en conmemoración de la visita regia a Las Hurdes.
Aunque gusta más llamarla con el más tradicional de Verea del Risco Gordo.
El camino primero sube de forma suave, para ir calentando.
Dando paso a las "despensas" del pueblo.
Y sube monte arriba.
Se retuerce. para ascender con más contundencia.
Agudeza visual, ¿dónde está Paco?

La carretera de la que partimos ya sólo es una fina línea al fondo del valle.
Curiosos miradores.


El Risco Gordo.
Celebramos un día especial, el republicano 14 de Abril
Fuente y puente que decoran...
Este bucólico lugar.
Nuestros fotógrafos nos enseñan este invisible, perfectamente camuflado, sapo partero.
De cuando en cuando, debemos parar para reagruparnos y recobrar el resuello.
Pasamos junto a bosquetes de alcornoques y encinas, posible motivo del trazado del camino
Nuestra colorida senda. La tarde se va aclarando.

Magnífico enebro.
Entramos en la maravillosa Talanquera
Fantástico alcornocal, donde la senda zigzaguea pedrera abajo.
Estético alcornoque
Senda perfectamente conservada, que nos permite atravesar la pedrera.
A partir de este mirador, el camino ya es descendente
Con Cabezo a la vista
Espectaculares vistas.

Cabezo nos recibe con este campo de cantueso en flor
Pasando la tarde en compañía.
La llegada de tanto caminante, es casi una fiesta para los pueblos
Cada vez es más difícil ver las crucianas en el monte y más fácil adornando las casas de los pueblos.
Deberían protegerse, ¿no?
Compramos buen aceite y estupenda miel.
La recompensa de la jornada
Y ASÍ NOS DESPEDIMOS HASTA LA PRÓXIMA AVENTURA!!!
Que nunca dejemos de ser niñ@s.



DOCUMENTOS GRÁFICOS

Beto nos manda sus estupendas fotografías

Carlos de Dios también comparte las suyas Y las prepara en un precioso vídeo

Paco siempre nos envía sus preciosos retratos... y más

Alberto, además de estar pendiente en la ruta de que nadie se quede rezagado, también nos manda sus detalles.

Esta vez José Luis ha tenido más tiempo y no nos ha hecho esperar por sus estupendas fotos.


2 comentarios:

  1. Ayer tuvimos un día excepcional en cuanto a compañía, tiempo,etc...Ruta exigente, pero las cosas que cuestan se recuerdan siempre con agrado. Desde el desayuno, trayecto del Paso de los Lobos, comida en Ladrillar y terminar en el bar del pueblo del Cabezo, todo Excepcional. GRACIAS a Inés y Edu, y a los que colaboran en la parte trasera de la cola del grupo,etc. gracias Equipo de DeBotas
    Carlos de Dios

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  2. Nos dice Alberto:

    Jornada variada que no dejaba aburrirse. El entorno es una autentica maravilla, aun con la acusada falta de agua que silencia los torrentes y entristece musgos y plantas.

    Vimos, con grata sorpresa, como la mano del hombre ha conseguido entrar en la naturaleza para formar parte de ella, sin destrozar el entorno, y permitiendo que humanos de ciudad, como nosotros, podamos subir y bajar por esas impresionantes e inhóspitas montañas y disfrutar de un paisaje y un entorno al que nunca habíamos tenido acceso por nosotros mismos.

    Ciertamente, a pesar del cansancio, mereció la pena el esfuerzo.

    Muchas gracias por “obligarnos" a estas fatigas y sacarnos de la zona de confort, aunque ello ocasione agujetas.

    Un abrazo,

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