Domingo 25 de marzo de 2018
Por La Vera cacereña
|
Así de blanco estaban a nuestro paso los alrededores de Béjar |
|
Y así de blanca la primavera extremeña |
Muy Buenas a tod@s:
Habrá quien piense que le hemos cogido gusto a esto de hacer
cambios de última hora o que nuestro nuestro
pobre calendario lo diseñamos con unos criterios poco
pensados. Pero no, la culpa de los últimos cambios que estamos
realizando los tiene la climatología, así en la salida anterior,
aprovechamos el tren de borrascas que están regando de vida nuestro entorno,
para contemplar los Pozos de Pereña en toda su grandeza... Creemos que lo
especial de nuestro grupo es la capacidad que tenemos para adaptar las
salidas, a no estar ceñidos por un calendario o recorrido inamovible.
El domingo estuvimos en El Jerte, el único blanco que vimos
(y disfrutamos) fue el de la nieve que cubría todas las zonas altas del valle.
Según los lugareños, los cerezos llevan más de quince días de retraso.
Además las previsiones para el domingo son de lluvia (¡y cómo llueve
por aquí...!) y sin posibilidad de refugio a la hora de comer, que es el
momento crítico en una marcha. Por todo ello hemos decidido aplazar la
subida al Puerto de Honduras para la siguiente excursión del día 8 de abril
Por ello, para el día 25 de marzo, os proponemos
otra aventura por una zona repleta de atractivos, La Vera. Serán
19 kilómetros en continuo descenso, desde las estribaciones de la
Sierra de la Desesperá (Tormantos) a la vega del Tiétar.
Nuestra ruta partirá del Conjunto Histórico-Artístico de
Pasarón de La Vera, donde nos asombrará el Palacio de los Manrique de
Lara, con regustos italianos y sus formidables chimeneas, caprichos
de los nuevos ricos venidos de las Indias, allá por el siglo XVI. Nos
asomaremos al mirador en el que se asienta Arroyomolinos de La Vera,
descenderemos a Tejeda de Tiétar, donde llegaremos a la hora de comer y
poder hacerlo bajo techo. Intentaremos ver el interior monumental de su
parroquial, ya que el exterior únicamente lo alegra alguna interesante pieza
romana reutilizada.
Terminaremos en Valdeíñigos, típico poblado de
colonización de los años 50, construido para fijar población que trabajase
en la vega del Tiétar, transformada en zona de regadío, tras la construcción
del embalse de Rosarito y su red de canales de riego.
Respecto del entorno por el que pasearemos, únicamente os
desvelaré que lo haremos por zonas de alcornoques, encinas,
verdes praderas, dehesas, que la primavera ya nos regalará algún
color floral y que no nos faltará una bonita pincelada de agua que nos alegre
la vista y nos deleite con su sonido...
Si nos quieres acompañar en esta nueva andadura, mándanos un
correo con tu deseo a partir de mañana martes a las 16:00.
|
Un cafetito con algo que lo acompañe, buena manera de socializarnos y de comenzar la jornada |
|
Conjunto Histórico y Artístico o la unión de arquitectura popular y la académica.
Arriba sobresale el chapitel calado de la torre de la parroquial de Pasarón de La Vera. |
|
Plaza Mayor de Pasarón con su Rollo jurisdicional,
símbolo de independencia judicial frente al poder de Plasencia.
Curiosamente, Cáceres es la provincia donde más rollos se conservan por desobedecer las ordenes de las Cortes de Cádiz |
|
Las torres de la zona se caracterizan por estar coronadas con un chapitel, en este caso calado.
Tanto esta de Pasarón, como la de Arroyomolinos, tuvieron un origen defensivo
y se encuentran distanciadas del edificio eclesiástico. |
|
Preciosa ventana tradicional.
Hasta bien entrado en siglo XIX, el cristal era un lujo al alcance de muy pocos.
Hasta entonces, las ventanas sólo se abrían los días templados, el resto del año, esos pequeños tragaluces. |
|
Monumental ventana renacentista del Palacio de los Manrique de Lara |
|
Portada principal del Palacio de Los Manrique de Lara, como asegura el escudo de su dintel,
galería renacentista. Rematando el edificio, sus originales chimeneas. |
|
Elegante fachada sur con logia o galería de influencia italiana |
|
Detalle de capiteles, zapatas y medallón |
|
Fotografía en la que se observan las desproporcionadas chimeneas que recuerdan fortificaciones,
el formidable patio interior y el entorno en el que se asienta Pasarón de La Vera. |
|
Encantadora calleja a la sombra de la plantación de alcornoques. |
|
Cabaña ganadera y pradera repleta de florecillas amarillas. |
|
Caminamos por la comunal dehesa boyal, por hermosas sendas,
guiados por hitos que otros caminantes nos han colocado |
|
Las vistas son espectaculares.
En el centro, Tejeda de Tiétar, detrás Monfragüe. |
|
Foto de grupo con el fondo de Arroyomolinos de La Vera. |
|
Plaza Mayor de Arroyomolinos de La Vera. |
|
Espectacular plaza-mirador de La Atalaya de Arroyomolinos |
|
Extremadura a nuestros pies. |
|
Tejeda de Tiétar a lo lejos |
Vamos a conocer un rincón de la
comarca cacereña de La vera, de la mejor manera que se puede hacer, caminando.
Así asimilamos mejor lo que vemos, nos empapamos del entorno y nos integramos
en él, hablamos con las gentes, disfrutamos tranquilamente de paisajes y de los
pueblos por los que pasamos.
LA VERA
La Vera (anteriormente La
Vera de Plasencia), hoy desde 1986 es una Mancomunidad que
consta de diecinueve municipios. La capital administrativa es Cuacos de
Yuste y las principales localidades son Jaraíz de la Vera (6500
habitantes, los mismos que Peñaranda) y Jarandilla de la Vera con 3000.
Se sitúa en la vertiente sur de
la Sierra de Gredos, que le sirve de límite, así como el río Tiétar,
donde por cierto desembocan las 46 gargantas y 1423 arroyos que nacen en la
sierra.
Al estar a la vera de Gredos está
protegida de los vientos del norte, por lo que disfruta de unos inviernos más
templados. Las altas cumbres, de más de 200 metros, hacen efecto barrera a las
borrascas, por lo que el agua es su recurso más importante. En verano se
producen las Brisas de Montaña, efecto que refresca la insolación diurna.
Con este clima, es lógico que
cuente con una gran diversidad de fauna y flora. Así el águila o el mirlo, el
martín pescador o la trucha, la cabra montés o la nutria, comparten territorio,
abundan castaños, robles, cerezos, olivos y fructifican variados frutos
subtropicales como la frambuesa y el kiwi. El tabaco y el pimentón son la marca
de la comarca.
Además, su economía ha dejado de
ser eminentemente agraria para dedicarse también al turismo rural.
Un Emperador Carlos I de España y
V de Extremadura y Alemania, había barajado ser enterrado en Flandes, o en
Granada, cambió de opinión y eligió La Vera, pero pensó que lo de morir no
entraba de momento en sus cálculos: vendría en vida, a pasar sus últimos años.
Esta zona del noreste de Cáceres
es tan bella que el emperador que reinó sobre más territorios del mundo,
decidió pasar el último tramo de su vida en La Vera. Hablamos de Carlos
I de España y V de Extremadura y de Alemania, quien se retiró al palacio
que hizo construir adosado al Monasterio de Yuste.
PASARÓN DE LA VERA (653
habitantes)
Desde 1998 goza del
privilegio de ser Conjunto Histórico Artístico.
Es una villa de origen medieval,
fundada en la época de la Reconquista,
siglo XIII aunque el pueblo se asienta sobre
las ruinas de antiguas civilizaciones. A ellas se debe su nombre, Valle del
Pas o de Paso, Pasarón.
En el siglo XVI, D. Garci-Fernández
Manrique de Lara, Conde de Osorno, adquiere del señorío. Era Maestresala del
Emperador Carlos V, y a él se debe la construcción de una de sus joyas
arquitectónicas, el Palacio de los Manrique.
IGLESIA DEL SALVADOR
Debió ser construida a finales del s. XV. La
modesta arquitectura de esta Iglesia se ve realzada en su interior por el
Retablo Mayor de estilo barroco del siglo XVIII. El suelo es de losas de
granito numerado, servía de enterramiento, según la vieja costumbre. En el exterior
la Plaza recibe también el nombre de Plaza del Cementerio.
TORRE
Es la Construcción más antigua de
nuestra población. Data del siglo XIII y su separación de la Iglesia hace
pensar que en un principio fuera una atalaya militar (como en Arroyomolinos).
Culmina con un chapitel piramidal hueco se sabor gótico.
PALACIO DE LOS MANRIQUE DE LARA
Casa palacio mandada
construir por Garci-Fernández Manrique de Lara en el siglo XVI cuando adquirió,
por compra el Señorío de Pasarón y Torremenga. Es de estilo italiano
renacentista con influencias traídas de su paso por Italia, cuando acompañó al
Emperador para recibir la corona del Imperio. Está construido en mampostería,
sillería y ladrillo. Lo que más impresiona son las 5 chimeneas que
sobresalen del tejado. Se nos presentan demasiado colosales en proporción con
el tamaño del edificio, aquí la fantasía del artífice se desbordó, surgiendo de
sus manos maquetas de castillos de formas variadas y caprichosas. Son los
mejores ejemplares que conocemos en su género. En su
interior, nos encontramos una escalera de piedra con decoración del más puro
gusto italiano. Destacan sus salones con interesantes artesonados, de habitaciones
amplias y decoradas al estilo de las grandes casonas extremeñas.
PLAZA DE ESPAÑA
Restaurada no hace muchos años,
en ella podemos encontrar el Rollo, que simboliza la autonomía judicial y penal.
Aparece documentada en el siglo XVI. Algunas de las piedras de su
reconstrucción son originales y las cabezas, copias de las originales,
recuerdan a los indios de la recién descubierta América.
Se han colocado en varios lugares de la Plaza,
restos de un templo romano dedicado a Júpiter, lo que nos indica que en esa
época Pasarón ya estaba poblada.
ARROYOMOLINOS (452 habitantes)
El municipio debe su nombre a los
numerosos cauces que atraviesan su término, entre los que destaca el arroyo del
Horco y de San Pablo y la garganta de la Desesperá. Es un pueblo
eminentemente agrícola y ganadero. En él se elabora un reconocido “vino de
Pitarra” y un excelente aceite.
Iglesia Parroquial de San
Nicolás, obra de los S. XV Y XVI levantada con sillería de mampostería
granítica. En su interior podremos apreciar un hermoso Retablo rococó del S.
XVIII. Su torre, con un origen defensivo es de construcción anterior y
curiosamente está separada de la Iglesia por una calle.
Desde la Plaza de la Atalaya,
podremos disfrutar en su mirador de los parajes aledaños.
En Arroyomolinos, como ocurre en
Santibáñez el Alto, conserva un interesante barrio de carácter agroganadero,
con cuartos de aperos, establos y
pajares, alejado del casco urbano. En
los dos casos el motivo es el mismo, el desnivel entre las poblaciones y la
zona de pastos.
TEJEDA DE TIÉTAR (802 habitantes)
Se asienta en una llanura que se
desliza suavemente hasta el Río Tiétar. En su término abundan los olivos y las
manchas del bosque mediterráneo salpicado de encinas, alcornoques y robles como
la Dehesa Boyal, combinando con bellas praderas.
Iglesia de San Miguel , declarada
Monumento Histórico Artístico, construida en el S. XVI en la que destaca una
talla del S. XIII que representa a la Virgen de la Torre. Cuenta con un Retablo
Mayor renacentista. En la fachada sur, hay un “ara” votiva de origen romano,
conocida popularmente como La Muerta Pelona y en la cara norte una deidad del
S.VIII a.C.
VALDEÍÑIGO
Es una entidad local del
municipio de Tejeda de Tiétar
La localidad fue construida por
el Instituto Nacional de Colonización en los años 50, siguiendo las
directrices típicas de éstos, como es el entramado de calles en forma de
cuadrículas, con la plaza y la iglesia en su centro. Estas poblaciones se
concibieron para fijar población que trabajase en zonas despobladas en las que
se crearon regadíos. En nuestro caso fue la vega del Tiétar, tras la
construcción del embalse de Rosarito y su red de canales de riego. Hoy destacan
las plantaciones de tabaco, pimiento y maíz, últimamente proliferan las plantaciones de césped.
|
Barrio agroganadero en la zona baja.
Recuerda y mucho al de Los Pajares de Santibáñez el Alto. |
|
Tierna escena familiar |
|
Cigüeñal en el camino a Tejeda. Al fondo Arroyomolinos. |
|
Entrañable calleja |
|
Delirio primaveral extremeño |
|
Detalle |
|
Tejeda de Tiétar más cerca |
|
Mimosa. |
|
Esgrafiado en Tejeda |
|
Parroquial de Tejeda del siglo XVI |
|
La Muerta Pelona, estela romana que da fe de la antigüedad de la población. |
|
Interior, donde destaca el retablo renacentista y los esgrafiados (decoración del enlucido) de la misma época. |
|
Rollo jurisdiccional en la Plaza Mayor. |
|
Por la dehesa boyal de propiedad comunal. |
|
Pastando |
|
Buen lugar para comer |
|
Sobremesa |
|
Seguimos la Garganta (río) de la Gargüera. |
|
Que se despeña en las Chorreras de Matagarcía |
|
Chorreras de Matagarcía |
|
Despuntan las blancas cumbres de Gredos |
|
Alcornoque y dehesa |
|
Garganta de Tejeda |
|
Por la dehesa |
|
Zona con numerosos majanos o amontonamientos de piedra. |
|
Desde el mirador de la Calabera, los Montes de Toledo, de Guadalupe y la vega del Tiétar. |
|
Valdeíñigo, nuestro destino. |
|
Montes de Toledo y la central nuclear de Almaraz con sus dos bóvedas blancas |
|
Valdeíñigo, secaderos de tabaco |
|
En el viaje de vuelta al "invierno" impresionante imagen del pantano de Baños, Hervás y al fondo el Pinajarro nevado |
|
Atardecer con las vistas de Béjar y la Sierra de Candelario nevada. |
CRÓNICA
Ya lo he contado en otras ocasiones: se disfruta mucho más de lo que no se conoce, de las sorpresas y de cuando un día lo das por perdido.
Os cuento: cuando lanzamos el martes pasado la convocatoria para esta salida, las previsiones en El Jerte eran de que nos iba a nevar. Como advertimos en el camino, así fue, pues los nubarrones se quedaron ayer en las cumbres. Cierto que con buen criterio, cambiamos de comarca y nos fuimos un poco más lejos, a La Vera, pero así y todo, la idea era comer en algún bar de Tejeda de Tiétar, que fácilmente nos iba a llover. Pero la razón o la esencia de la ruta de ayer eran las vistas desde las estribaciones de la Sierra de Tormantos, donde se acurrucan Pasarón y Arroyomolinos y aquí no las teníamos todas con nosotr@s. Pero los presagios no se cumplieron y tuvimos un día radiante, con unas vistas deslumbrantes con las que pudimos apreciar todo el skyline del horizonte, con los lejanos Montes de Toledo, la Sierra de Guadalupe y Las Villuercas, así como Monfragüe. Vimos a vista de dron las dehesas extremeñas, sus pueblecillos, sus charcas... y no tuvimos la obligación de comer bajo cubierto, lo hicimos al arrullo de un saltarín arroyo, por estos lares se ponen serios y les llaman gargantas, en nuestro caso, la de Gargüera y hasta nos pudimos echar una cabezadita en la sobremesa.
Sobre lo desconocido, pocos conocíamos Pasarón y los que teníamos ese privilegio, era con la media luz de la tarde, casi noche. Y yo creo que las vistas y el precioso camino que une Pasarón de la Vera y Arroyomolinos, es un placer que nos costará olvidar.
Luego está la sorpresa. Si leéis la convocatoria, no hacemos ninguna mención especial al agua. Nos ocurrió a nosotros, cuando hicimos la ruta circular de Los Vados, que no te imaginas que en tanta llanura pudiese encerrar tanta belleza acuática. Cierto que cuando llegamos a la Garganta de Gargüera había ganas de comer, pero no pudimos escoger mejor sitio... o sí, pocos metros río abajo, la Garganta se precipita por una cascada sin fin, son las Chorreras de Matagarcía. Qué espectáculo es ver el agua caer en mil formas y rugir y estremecerse...
Claro, que ya estamos acostumbrad@s a ver las praderas cacereñas cubiertas de florecillas amarillas, os recuerdo el
10 de enero pasado en Jarilla. Pero fue al terminar una preciosa calleja y al entrar en un extenso olivar donde tod@s quedamos impresionados al comprobar que debajo de los retorcidos olivos, la tierra se cubría con un manto blanco de margaritas y manzanilla... ¡qué sorpresa nos regaló la maltratada Naturaleza!
Ya os digo, que no dábamos un duro por el día y salió uno redondo, difícil de olvidar.
Nos dice C D:
ResponderEliminarEspectacular día ayer para renovar energías para la semana, Gracias Inés y Eduardo
un abrazo
Totalmente de acuerdo, días como ayer llenan tooodas las baterías para un buen tiempo.
EliminarGracias
Pues sí que estuvo ayer tranquilo el viaje de vuelta durante La Hora del Micro Abierto. Aunque no faltó el bueno de José María, se echaron en falta monologistas habituales... o sería el cambio de hora que nos dejó con más ganas de siesta que de entretenimientos.
ResponderEliminarDe cantar, aunque llevamos al solista experto, no vino el director de Voces Blancas y sólo escuchamos las risas de Mª José a lo lejos.
Bueno, esta vez no haré sangre con mis comentarios, que ya digo que el cambio de hora merecía una cabezadita.
El-la sastituto/a Anónimo/a
Nos dice Alberto:
ResponderEliminarEs verdad que el viaje se hace largo, pero la primavera extremeña es excepcional. Un placer ver agua y flores por todas partes, saltando en ruidosas cascadas y llenando los campos de color. Tras tantos meses de sequía y tristeza en el paisaje, esa sobredosis de luz y color. Aún tengo los ojos en recuperación.
Y además el contraste, viendo como estaba Vallejera, cualquiera pensaría que habíamos cambiado de hemisferio.
De acuerdo con esa costumbre tan sana, un acierto pleno el cambio de ruta.
Un abrazo.
La verdad que fue una agradable sorpresa la que nos deparaba el día.
EliminarEn su día, Inés y yo hicimos la ruta de los Vados por estas fechas y nos encantó la primera parte, que fue la que utilizamos el domingo, especialmente por las Chorreras, y la segunda por el manto de flores por los que pasamos. El domingo tuvimos la suerte de que los mantos estaban también en otros lugares.
Nos alegra que lo que hacemos, aunque os liemos, os guste
Nos dice Paco:
ResponderEliminarBuenas, un palacio algo escondido dentro de un municipio extremeño, con carácter y que pena no visitable… Que fabulosos paisajes, que dehesas, y llanuras entre el sistema central escondido entre las nubes y los lejanos montes de Toledo y por fin ya se ven las primeras y aventureras flores que empiezan a tomar partida y despiden al prolongado invierno. Que fortuna disfrutar de tan buena compañía aderezada de una climatología esplendida…. Que se mantenga in perpetuum estos DeBotas Inés y Eduardo, Eduardo e Inés….
Cierto que Pasarón es de los pueblos con encanto y con sorpresa añadida. Ese magnífico palacio del más puro estilo renacentista italiano en ese pequeño pueblo, una decicia.
EliminarPor lo que nos dices, comprobamos que has disfrutado tanto como nosotros del día.
Gracias por tu compañía.